Descubrí la importancia de estos cuatro elementos cuando tenía quince años en mi clase de filosofía estudiando los presocráticos. Los he redescubierto ahora, con la experiencia de los años, porque he entendido que su poder es más valioso de lo que imaginaba. Y bien utilizados, son la riqueza de nuestro mundo.
Aire, fuego tierra y agua son los símbolos de esta colección: estrella, llama surco y remolino. Cada uno se reduce a un signo y entre todos se crea un oráculo para cada combinación.